Santo Pablo nos recuerda en esta lectura que el Espíritu Santo reparte sus dones a cada individuo según su voluntad, para el aceptablemente popular. Todos los miembros de la Iglesia hemos recibido dones del Espíritu Santo para que los pongamos al servicio de la comunidad.—«Vamos a construir una ciudad y una torre que inteligencia al paraíso,